Maneras sencillas de disminuir el estrés diario
Maneras sencillas de disminuir el estrés diario
Las circunstancias en las que actualmente
vivimos, No faltan noticias que nos provoquen angustia, desde desastres
naturales, problemas económicos, disturbios políticos etcétera. Si agregamos a
este contexto tensiones en nuestra vida personal, despidos, enfermedades,
problemas de dinero, berrinches y embotellamientos en el tráfico, y está claro
que las situaciones estresantes son constantes y muchas veces inevitables.
Tan graves como los propios factores
estresantes son los efectos adversos que el estrés puede tener llegar a tener
en la salud emocional y física. Muchos estudios respetados relacionan el estrés
con las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares, las causas
de muerte número 1 y número 3, respectivamente, en los Estados Unidos; en
México por su parte ocupan el número 1 y 6. El estrés también está implicado en
una serie de otras dolencias, como depresión y ansiedad, enfermedades crónicas
de las vías respiratorias inferiores, ataques de asma, artritis reumatoide y
problemas gastrointestinales.
El estrés no es del todo malo. Su percepción
de una amenaza real o imaginaria puede provocar la respuesta al estrés, que
prepara al cuerpo para luchar o huir. Esa veloz respuesta fue codificada para
sobrevivir. Gracias a la respuesta al estrés, es posible que saltemos
repentinamente del camino para evitar ser atropellados por un automóvil a toda
velocidad o que podamos huir de una casa en llamas. Pero cuando esta respuesta
al estrés se evoca repetidamente, nuestro cuerpo experimenta un desgaste
innecesario, como la presión arterial alta, que puede conducir a una mala salud,
por mencionar una de las complicaciones que puede tener.
Incluso si solo tiene unos minutos de sobra,
las sugerencias para disminuir el estrés que se describen a continuación pueden
hacer que nuestros días sean más tranquilos, si no más fáciles.
A continuación te presentamos algunas claves
para eliminar/disminuir estos factores estresantes comunes
A veces, solo pensar en iniciar un programa
de control del estrés puede ser estresante. En lugar de no hacer nada, se puede
comenzar con algo pequeño que nos permita disfrutar de los logros que vayamos
consiguiendo. Podemos tomar una semana para concentrarnos en soluciones
prácticas que podrían ayudar a hacer frente a un solo obstáculo o fuente de
estrés. Tomemos un problema y veamos si estas sugerencias funcionan.
¿FRECUENTEMENTE TARDE?
Puedes aplicar los principios de gestión del
tiempo. Considera las prioridades (asegúrate de incluir tiempo para ti) y
delega o descarta tareas innecesarias. Planifica tu día, segmento por segmento,
reservando tiempo para diferentes tareas, como escribir o hacer llamadas
telefónicas. Si es demasiado optimista sobre el tiempo de viaje, dedica
constantemente 15 minutos o más para llegar a tus destinos. Si la tardanza
proviene de “arrastrar los talones”, considera que quizás haya un problema
subyacente. ¿Estoy ansioso por lo que sucederá después de llegar al trabajo o a
un evento social, por ejemplo? O tal vez estás tratando de hacer demasiadas
tareas en muy poco tiempo.
¿A
MENUDO ENOJADA/O O IRRITADA/O?
Considera el peso de las distorsiones
cognitivas. ¿Estás magnificando un problema, sacando conclusiones o aplicando
razonamiento emocional? Toma el tiempo para detenerte, respirar, reflexionar y
elegir.
¿NO ESTÁS SEGURO DE TU HABILIDAD PARA
HACER ALGO?
No trates de hacerlo solo. Si el problema es
el trabajo, habla con un compañero de trabajo o jefe que pueda apoyarte. Pide
ayuda a un amigo experto o llama a la biblioteca local o una organización que te
pueda proporcionar la información que necesitas. Escribe otras formas de obtener
las respuestas o habilidades que necesitas. Dirígete a diferentes fuentes de
información como pueden ser, libros o clases, por ejemplo, si necesitas un poco
de tutoría. Esto funciona igualmente cuando estás aprendiendo técnicas de
respuesta de relajación, también.
¿TU
ESPACIO VITAL ES UN DESORDEN?
Quita de la lista al menos una tarea
doméstica que requiera mucho tiempo contratando ayuda. Si puedes, contrata un
servicio de limpieza de la casa, compra alimentos a través de Internet, convoca
a una reunión familiar para considerar quién puede realizar ciertos trabajos, o
intercambiar o pagar a los adolescentes por el trabajo en la casa y el patio.
Considera lo que es realmente esencial e importante para ti y lo que no
realmente relevante.
¿NO TIENES SUFICIENTE TIEMPO PARA
ALIVIAR EL ESTRÉS?
Prueba mini relajaciones. O comprométete a
reducir tu horario por solo una semana para que puedas practicar evocando la
respuesta de relajación todos los días. Disminuir la velocidad para prestar
atención a una sola tarea o placer es un excelente método para aliviar el
estrés.
¿TE SIENTES INSOPORTABLEMENTE TENSO?
Prueba un masaje, un baño caliente, mini-relajaciones,
un escaneo corporal o una caminata consciente. Prácticamente
cualquier ejercicio, una caminata rápida, una carrera rápida, un sprint arriba
y abajo de las escaleras, también ayudará. Hecho regularmente, el ejercicio
evita la tensión, al igual que las técnicas de respuesta de relajación.
¿CON FRECUENCIA TE SIENTES PESIMISTA?
Recuerda el valor del optimismo aprendido:
una vida más alegre y, posiblemente, una mejor salud. Práctica desinflar las distorsiones
cognitivas. Ve películas divertidas y lee libros divertidos. Crea una lista
mental de las razones por las que debes sentirte agradecido. Si la lista parece
demasiado corta, considera fortalecer tu red social y agregar actividades creativas,
productivas y de ocio a tu vida.
¿MOLESTO POR CONFLICTOS CON OTROS?
Indica tus necesidades o angustia
directamente, evitando los totalizadores como "tu siempre" o
"nunca". Di: "Me siento _____ cuando tú _____".
"Realmente lo agradecería si pudieras _____". "Necesito ayuda
para establecer prioridades. ¿Qué se debe hacer primero y qué debo abordar
después?" Si los conflictos son una fuente importante de angustia para
usted, considera tomar una clase sobre capacitación en asertividad.
¿DESGASTADO O QUEMADO?
Concéntrate en la autoalimentación. Dedica
tiempo para practicar técnicas de respuesta de relajación o al menos disfrute
de mini-relajaciones. Cuida tu cuerpo comiendo alimentos buenos y saludables y mantén
saludable tu corazón buscando a otros.
Pensar en actividades creativas, productivas y de ocio. Considera tus
prioridades en la vida: ¿vale la pena sentirse de esta manera, o hay otro
camino abierto para ti? Si requieres ayuda, considera qué tipo sería la mejor.
¿Desea que se te quite una tarea particular en el trabajo? ¿Quieres hacerlo en
una fecha posterior? ¿Necesitas a alguien con experiencia particular para que
te ayude?
¿TE SIENTES SOLO?
Conéctate con otros. Incluso las pequeñas
conexiones (una breve conversación en línea en la tienda de comestibles, un
intercambio sobre las actividades locales con un vecino, una pregunta para un
colega) pueden ayudar a derretir el hielo dentro de ti. También te puedes
animar a buscar más oportunidades para conectarte. Se voluntario, asiste a
funciones religiosas o comunitarias. Sal a tomar café con un conocido. Llama a
un amigo o pariente que extrañas. Toma una clase interesante. Si tienes miedo
de socializar, te sientes con baja autoestima o depresión y esto disminuye tu
deseo de acercarte a la gente, busca ayuda. El mundo es un lugar más amable y
maravilloso cuando compartes sus cargas y placeres.
En caso de sentir que a pesar de haber
aplicado estas estrategias por algún tiempo razonable aun te sientes desbordado
no dudes en acercarte a un profesional de la salud.
¡Hasta la próxima!
Fuente original:
Traducido y adaptado por:
Alam Valadez
alamvaladez@gmail.com
Imagen via:
www.pixabay.com
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